Hace más de 27 años que se inauguró esta consulta en un piso pequeño junto a nuestro director, Fernando Sager y ella, nuestra Rosa López. Los muchos que venís desde esa época nos lo recordáis a menudo, que nos habéis visto crecer.
Pues bien, nuestra Rosa comenzó en la clínica con tan solo 17 años y en todo este tiempo años ha madurado mucho, tanto personal como profesionalmente, como nos afirma Fernando. Ha sabido adaptarse perfectamente a una clínica pequeña en la que sólo trabajaban dos personas, (con horas muertas jugando a las cartas unos días y otros de salidas a las 3 de la mañana), a una con 20 personas diferentes.
Cuando le pedimos que la defina con una palabra, esta sería RESPONSABLE.
Mas que una auxiliar, Rosa es una institución dentro de nuestro equipo, no hay pacientes que no la conozcan y cuando por cualquier motivo no la ven, enseguida preguntan por ella.
Su compañero favorito le manda un mensaje "a pesar de que me cuesta decir las cosas la valoro y la quiero mucho y juntos hemos visto crecer esta clínica con las mismas ganas y las mismas energías. Valoro mucho todo lo que ha hecho estos años y que me creas cuando te digo que todavía tienes puedes seguir creciendo, la edad no es una excusa para no avanzar personal y profesionalmente".
Dedicación, trabajo, esfuerzo, pasión, horas y horas en esta clínica para ayudar a que creciera y hoy sea lo que es, trabajando por un sueño hoy cumplido. Nunca podremos estar suficientemente agradecidos a nuestra Rosita, que comenzó siendo una adolescente y desde entonces la hemos visto casarse, tener hijos y transformarse en una profesional competente, seria y responsable.
Desde este pequeño espacio queríamos rendirte un espacio porque te lo mereces, porque entre todos formamos una pequeña GRAN FAMILIA y un equipazo.
