Con la llegada de las nuevas tecnologías y los móviles de última generación es muy común que todo el mundo quiera lucir su mejor sonrisa para los cotidianos "selfies". 

La razón estética se ha convertido en el principal motivo por el que los pacientes acuden a la consulta para ponerse Ortodoncia. Por lo que recolocar dientes montados, solucionar el apiñamiento de unos con otros o levantar piezas torcidas son los motivos más comunes a la hora de visitar al dentista.

Pero en muchas ocasiones no es sólo estética lo que preocupa al Odontólogo: problemas de mordida, bruxismo, problemas funcionales...que pueden complicarse con el tiempo y ocasionar a largo plazo tener problemas periodontales o desgaste dental.

Los últimos estudios apuntan a que sólo entre el 15% y el 20% de la población se somete a este tipo de tratamientos, por lo que el porcentaje es muy bajo, ya que casi todo el mundo siempre tiene algún defecto que corregir. 

Existen diferentes tipos de Ortodoncia, y cada uno tiene unas características concretas que lo hacen más adecuado a cada caso o a cada paciente según su edad, sus circunstancias o sus condiciones.

En realidad, todo el que se propone usar Ortodoncia decide buscar en internet los tipos que existen y eligen el que sea más discreto, pero en realidad, hay que tener en cuenta que no es un aparato concreto lo que nos va a corregir la dentadura, sino un tratamiento que debe ser estudiado y realizado por un profesional cualificado. 

Básicamente podemos decir que existen tres tipos de tratamientos de ortodoncia en el paciente adulto:

-Ortodoncia lingual: Los brackets van colocados en la parte que no vemos de los dientes (por dentro). Funciona exactamente igual que la ortodoncia convencional.

-Alineadores invisibles (Invisalign): Los movimientos ortodóncticos se realizan con unas placas transparentes preparadas para cada paciente y programadas para que al progresar con las secuencias de placas, se vayan realizando los movimientos deseados.