Traumatismo

Los traumatismos dentarios se producen con mayor frecuencia en niños de edad escolar, y más precisamente entre los 7 y 12 años.
Las piezas dentarias pueden fracturarse por distintos sitios, o bien sufrir luxación o avulsión.

En el caso de fracturas en los dientes permanentes, es muy importante intentar encontrar el fragmento roto guardarlo y conservarlo en suero fisiológico, leche ó agua y acudir al dentista con rapidez. En la mayoría de los casos el dentista puede conseguir adherir el fragmento al diente roto. En el caso de avulsión dentaria, un diente permanente sale por completo de su posición en la boca. La prevalencia de la avulsión dental es baja (del 1 al 16% de todos los traumatismos), pero el pronóstico a largo plazo es sombrío, ya que sólo del 4 al 50% de los dientes avulsionados sobreviven más de 10 años. Este pronóstico a largo plazo depende del período de tiempo que el diente permanece fuera de la boca, del manejo que se realiza del diente y del medio de transporte de la pieza después del golpe.

Manejo del diente

Coger el diente por la Corona (la parte blanca), nunca por la raiz (Parte amarilla).
Lavamos el diente con Solución Fisiológica. Solamente Irrigando.
NO FROTAR NI TOCAR LA RAIZ.
Si nos atrevemos, tratamos de recolocar el diente y ponemos gasa para que muerda.
INMEDIATAMENTE LLAMAMOS AL DENTISTA.

Medio de transporte del diente

Muy importante
El diente debe transportarse en leche, suero o solución fisiológica o dentro de la boca.
Nunca
Se debe transportar en Agua Oxigenada, alcohol, servilleta, gasa, papel de aluminio, etc.

Prevención

Una excelente manera de prevenir el traumatismo dentario es el uso de Protectores Bucales.

¿Qué son los protectores bucales?

Son unos aparatos que se colocan en la boca con el fin de proteger los dientes y los tejidos blandos de los posibles accidentes que pueden producirse durante la práctica de cualquier actividad deportiva y/juego.
Son varios los beneficios de su uso. Entre otros, da una mejor protección mediante la reducción de conmoción y daño cerebral, contusiones, etc.; disminuye la posibilidad de que se produzca una luxación o fractura de la mandíbula; evita la posibilidad de que los dientes se fracturen, se desplacen o se avulsionen.
Son imprescindibles en la práctica de deportes tales como Kárate, Hockey, Boxeo, Rugby.
Son aconsejables en la práctica de deportes tales como Futbol, Baloncesto, Balonmano, Patinaje o cualquier otro deporte individual que conlleve contacto físico.